domingo, 6 de noviembre de 2011

Verdad oficial y verdad real.

          Hoy vuelvo a escupir al mundo en forma de palabras. Vuelvo a escupir rabia, desilusión o indignación, pero principalmente escupo rabia, una rabia que pasa por todos y cada uno de los poros de mi piel y me hace perder el control, y, no dejándome mas remedio que tener que soltar estos escupitajos, se apodera de mi mente y mis manos comienzan a flotar sobre el teclado para dotar de cierto orden (el justo) a este sentimiento.
          En esta ocasión, esta rabia florece al ver los estragos que causa el "método de adoctrinamiento del buen ciudadano" sobre sus víctimas, sin ningún tipo de reparo o discriminación. Nos encontramos ante el mayor creador de sumisión por excelencia del siglo XXI.
          Y es que, hace años (no tantos) el sistema tenía otro método para mantener a la masa callada, sin que nadie alzara la voz pudiendo así poner en peligro los privilegios de los mismos que mandaban dicho silencio. Se trataba de la religión. La obediencia a un dios todopoderoso que nos castigaría a una eternidad en el infierno si no obedecíamos todo lo que nos mandaba. Nadie lo cuestionaba. Nadie preguntaba nada. Todos acataban lo impuesto por él sin dudarlo. Esto entraba, logícamente, en los límites de la normalidad.
          Claramente, la inmensísima mayoría de los aspectos de la vida es diferente en la actualidad. Vivímos, dicen, en el siglo de las comunicaciones y la tecnología. Y estas dos, conjuntamente, nos dan la oportunidad de saber al instante si nuestro amigo chino, en la otra mitad del globo se fué anoche de fiesta o si ya se ha bajado el último disco de moda. En definitiva, en la época del tuenti, twitter, tuiti o feisbuc y los teléfonos móviles, nadie, o muy poca gente de las nuevas generaciones van a prestar obediencia ciega a un ser supraterrenal. Vaticano? Que es? La nueva competencia de pacha Torrevieja? -Dirían algunos.
          A donde quiero llegar es a que esta obediencia ciega sigue a la orden del día hoy mismo pero provocada por otra arma aún aniquiladora de pensamiento libre, esta vez adaptada a la modernidad y a los cambios tecnológicos. Lo has adivinado ya? Si señor! Estoy hablando del televisor. Este aparato, querido por tantos, que rompe la tranquilidad de todos y cada uno de nuestros hogares. Gracias a él se deja abierta la ventana abierta.Una ventana en la que los roles sociales, la ignorancia, la descarada manipulacion informativa y la sociedad consumista pueden arrojar cualquier tipo de deshecho que produzcan con total impunidad. Y nosotros, como tontos que tragamos.
Mijaíl Bakunin dijo una vez: Yo no pongo mi ignorancia en un altar y le llamo dios. Y hoy diría: yo no meto mi ignorancia en una caja y le llamo felicidad.

          La obedienicia que ha generado este fenómeno es tal que marca el ritmo de vida del mundo. A través de él eligen lo que quieres que comas, lo que quieren que veas, lo que quieren que vistas, y sobretodo, y más importante, lo que quieren que pienses. Quién? Pues las personas interesadas económicamente en que hagas estas cosas, que además tienen el dinero suficiente como para controlar la programación a su gusto. Te suena? Comparable a los que mandaban la obediencia a la religión para que nadie puediera quitarles sus privilegios.
         Os habeis parado a cuestionar a la subvención de que guerra van los ingresos que les daís a las marcas que os ordena la televisión? La cantidad de animales maltratados en pruebas laboratoricas de todos esos estúpidos cosméticos que creisteis necesitar? Y la situación de los niños que fabrican las zapatillas que llevamos? La destruccion a gran escala del mundo que produce este frenético ritmo de vida consumista? La ocupación militar de muchos países? El hambre? Las guerras? Las desigualdades sociales? La falsa libertad?
         No. No lo habeís hecho. Y por que? Pues por que no sabeis. Por que cuando volveis a casa despues de un durisímo día de trabajo lo que necesitais es no pensar en nada. Desconectar del mundo real para viajar a un mundo de fantasía donde no existen los problemas. Olvidar, aunque sea siendo engañado, esta agónica situación. Como si de una droga se tratara.
          Así que vosotros ya sabeís, seguir embobados en la pantalla recibiendo vuestra dosis diaria de atontismo y así poder abandonar la actitud crítica de la realidad, no sea que por un cruce de cables se os ocurra poneros a pensar.
          Seguir con vuestras vidas lo suficientemente vacías como para tener que seguir a unas personas disfrazadas, títeres que no habeis visto ni vereis jamás. Pero no os preocupeis. Esa dosis ya os la da la televisión con los cientos de programas basuras, tertulias y demás pura mierda.
          Seguir obedeciendo esos anuncios y comprar vuestra felicidad de plástico en forma de todos esos objetos que habeís adquirido sin cuestionar nada. Ni siquiera pensar si realmente lo necesitais o es una necesidad que te han impuesto para luego cubrirte.
          Seguir aspirando a ser esos modelos de sistema que jamás llegareis a ser, entre otras cosas, por que no existen. Por que son simples fantoches, muñecos utilizados por la publicidad de las marcas cuyo unico objetivo es perpetuar la cultura consumista. Y lo peor es que lo consiguen. Y no solo eso, si no que consiguen perpetuar el desprecio hacia quien deciden salirse de esa moda, de esa actitud de 'el que mas y mas caro tiene es el mejor' que reina en la sociedad, tachando de raro, extraño y diferente al que se sale de los esquemas que nos ha impuesto la caja cuadrada. -En mi pueblo le llaman manipulación.
          -Manipulación?
          Seguir tragandos todos esos chistes de políticos y los informativos subvencionados por estos mismos para que digan lo que ellos quieren. La realidad transformada, alterada acorde con los intereses de la clase dominante esta al orden del día. Legalmente. Que si en navidad tienes que comprar, que si te apretes el cinturon, que estamos en crisis, mientras yo me voy de mariscadas con tu dinero, que el 20 de noviembre votes a blanco o negro por que no existe ninguna otra alternativa, que si hay movilizaciones globales por la democracia y salen a la calle cientos de miles de personas no tendrá ninguna trascendencia mediatica. Los doscientos que queman un coche si, utilizados con una eficacia sorprendente, para criminalizar al resto.
          En serio, mi desesperación llega hasta límites insospechables. Para combatir esto recomiendo los medios de comunicación libre de internet, en contra del pensamiento único, si es que quereis conocer la verdadera realidad. Los que estan al servicio del sistema son demasiado descarados. Hasta que límite vamos a llegar de creernos estas mentiras tan radicalmente obvias? Que esa no es la realidad, que eso es lo que quieren hacerte creer. Que te manipulan. Mentira? Solo tienes que apagar el televisior, dejar de obedecer y salir a la calle. Date una vuelta, observa tu alrededor, se objetivo y reflexiona. Es este el mundo que te ha vendido la televisón?

                           


La droga mas potente es la televisión, dale con la cabeza y rompe la pantalla!!

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